Mostrando entradas con la etiqueta Ignacio del Valle. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ignacio del Valle. Mostrar todas las entradas

martes, 10 de enero de 2017

Pamplona Negra 2017

A falta de una semana para su inauguración, andamos ya por aquí de los nervios, pensando en los días negroliterarios que nos aguardan.

Una vez más, el programa pergeñado por Carlos Bassas y Baluarte no puede ser más completo. Literatura, cine, teatro, música, gastronomía, debates, exhibiciones y talleres convertirán a Pamplona en capital noir desde el 17 hasta el 21 de enero.

Esta es la tercera edición, y se puede decir con orgullo que este festival se está consolidando entre los más prestigiosos del género.

A mí me cabe el honor de compartir mesa redonda el miércoles 18, a las 18:00, con fenómenos como Juan Laborda, Ignacio del Valle y Félix Modroño. Hablaremos sobre la ambientación histórica de nuestras novelas y sobre todo aquello que nos permita Laurentino Vélez, nuestro moderador.

Pues eso, que no falta nada.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Ya falta menos para... Pamplona Negra 3

La semana pasada se presentó un avance de lo que será la próxima edición de Pamplona Negra. Una vez más, el tesón de Carlos Bassas y la colaboración de Baluarte consiguen sacar adelante uno de los festivales de género negro más prestigiosos de la actualidad.

Ya falta menos, pues, para enero, y por ahí andaré, compartiendo mesa con Félix G. Modroño, Ignacio del Valle y Juan Laborda, y moderados por Laurentino Vélez.


Aquí tenéis la noticia completa, tal y como la recogen los dos diarios editados en Pamplona:

http://m.noticiasdenavarra.com/2016/11/10/ocio-y-cultura/cultura/la-3-edicion-de-pamplona-negra-hara-una-radiografia-del-crimen

http://www.diariodenavarra.es/noticias/cultura_ocio/cultura/2016/11/09/pamplona_negra_llega_tercera_edicion_como_referente_festivales_497737_1034.html

martes, 24 de julio de 2012

Ignacio del Valle

Hace algún tiempo intercambié con Eduardo Laporte una serie de twits, tuits o como se escriba, sobre novelas de playa y novelas de sofá, sobre novelas livianas, aptas para ser leídas en cualquier parte, y novelas que requieren una cierta concentración para su lectura. Para mi asombro, Eduardo defendía su capacidad para el disfrute de la literatura en la playa, aunque algún cuerpo humano con determinadas características pudiera llegar a distraerle fugazmente.

A mi juicio, existe un ambiente menos propicio aún para la lectura, como es el de un hospital, un ambiente que me ha tocado vivir recientemente. Y oigan, hay que ser muy hábil escribiendo para captar la atención de un lector que se encuentra en semejante ambiente, con personal médico, de enfermería, pastillas, oxígenos, visitas, análisis y tubos por todas partes.

En una de esas jornadas sanitarias abrí El tiempo de los emperadores 
extraños, de Ignacio del Valle. Había oído hablar de sus obras, de Silencio en la nieve, peli basada en esta novela protagonizada por Juan Diego Botto y Carmelo Gómez, contaba con referencias excelentes y hasta me había convertido en seguidor suyo en ese chisme llamado Twitter.

Más de una vez he leído las quejas de Andrés Pérez Domínguez sobre un cierto desprestigio que acompaña a las novelas de nazis. La de Ignacio del Valle también juega con este elemento, y tanto a él como a Andrés puedo decirles que no se preocupen, que si siguen siendo capaces de escribir así de bien, no habrá crítico con la jeta suficiente para dejar sus novelas en mal lugar.

Porque El tiempo de los emperadores extraños no es solo un thriller trepidante, excelentemente ambientado en las andanzas de la División Azul en las estepas heladas que rodeaban Leningrado a finales de 1943; no es solo la historia de un asesino en serie, una novela de venganzas y rencores, sino que también es un alarde de técnica narrativa, sabiamente equilibrada en el fondo y en la forma, y que consigue atrapar tu alma aunque la tengas distraída por la salud de la mujer que te trajo al mundo.

Gracias, pues, Ignacio, por los ratos que me has hecho pasar, y me apunto a seguir con entusiasmo el resto de tu carrera literaria.