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lunes, 3 de junio de 2019

Libros para el fin de un imperio

Bajo este título que tan majo me quedó, la Biblioteca General de Navarra organiza una charla que tendré el gusto de dar el próximo martes, 11 de junio, a las 17:30, en la Sala de la Planta 1.






En marzo de 1961, movimientos guerrilleros atacaron haciendas de colonos portugueses en el norte de Angola. Así comenzaba una serie de guerras de independencia que finalizaría, trece años después, con la Revolución de los Claveles.


Lobo Antunes, Lídia Jorge, Pepetela, Mia Couto o Teolinda Gersão son solo algunos de los autores que comentaremos el próximo martes 11.


A través de sus obras, conoceremos una época cargada de violencia, traumas y explotación. Una época terrible que ha producido una literatura asombrosa en lengua portuguesa.


En ambos hemisferios.


Columna portuguesa en el norte de Angola. Hacia 1970. El cartel dice "Respeta la vejez".







lunes, 27 de noviembre de 2017

El sueño eterno de Kianda, de Borja Monreal Gainza

No sé qué nos da el final del África colonial portuguesa a los escritores navarros, pero es cierto que es un tema que aparece con cierta periodicidad en nuestra obra. Al guion que preparó en su momento Carlos Bassas para la versión cinematográfica de Un día más con vida y a la novela La granja de Perla, escrita por un servidor, se acaba de unir El sueño eterno de Kianda, flamante ganadora del Premio Benito Pérez Armas.


A través de los ojos negros de Kianda, londinense de Angola, asistimos al relato de la historia de su país, desde el levantamiento de la UPA contra el poder colonial en 1961 y la posterior represión por parte de los portugueses hasta la actualidad, pasando por la independencia de 1975 y la guerra civil que la sucedió.


Alternando épocas, puntos de vista y voces narrativas, Borja Monreal Gainza recorre cincuenta años de lucha y decepción, de discriminación racial y desigualdad social, de derrota y esperanza. Con un lenguaje cuidado y sin alardes, Borja combina las distintas visiones literarias que este conflicto nos ha dejado, desde la de Lobo Antunes hasta la de Pepetela, y las personifica valiéndose de la trayectoria vital de tres guerrilleros, la de sus parejas y la de unos hijos que tratan de comprender.


De este modo, la novela navega con éxito por el desencanto y la revolución, por la sensación de que la marcha de los colonos no supuso el final de la guerra ni de las desigualdades y retrata una sociedad angoleña actual muy capaz de adaptarse a los cambios y a las circunstancias.


En resumen, una gran novela de este joven escritor navarro-canario que resulta, sin duda, imprescindible para quienes sientan interés por el reciente pasado iberoafricano.



11 de noviembre de 1975, el ejército portugués abandona Angola


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Jose Javier Abasolo reseña Orán ya no te quiere en Nadie es inocente

Por si no lo sabéis, que lo dudo, Jose Javier Abasolo es de Bilbao. Y del Athletic.

Además, un experto en novela negra y un escritor afamado (merecidamente).

Y ya le ha hecho ficha a Orán ya no te quiere en su blog Nadie es inocente.


Título: ORÁN YA NO TE QUIERE
Autor: CARLOS ERICE AZANZA
Editorial: TRASPIÉS
Trama: A Leire, una joven camarera de Pamplona, como muchas de su edad, le gusta encontrarse con su abuelo en la residencia en la que vive, para oírle contar sus viejas historias de luchador republicano, mientras intenta averiguar por qué no se habla con sus padres. Mientras tanto un joven argelino traba amistad con ella, aunque esa amistad quizás sea tan sólo una excusa para poder acercarse a su anciano abuelo y al secreto que éste guarda.
Personajes: Leire Aranguren, joven pamplonica alegre y vital a la que le gusta su trabajo, ir de fiestas con sus amigos, hablar con su abuelo y muchas otras cosas propias de su generación, de un modo sencillo y vital, su abuelo Peio, que de joven, en tiempos de la Guerra Civil, tuvo que exiliarse por ser nacionalista y fiel a la República, participando no sólo en la Guerra Civil sino en la II Guerra Mundial, lo que le dejó secuelas no necesariamente físicas, Susana, la mejor amiga de Leire, que la apoya en todo momento y a la que Leire también apoya cuando se encuentra en horas bajas, siempre dispuestas a irse juntas de copas o a las piscinas, Mehdi Bouzekri, joven inmigrante argelino, que vive con otros tres magrebíes en un piso de Pamplona mientras finge que busca trabajo y se interesa por Leire y su abuelo.
 
 
 

lunes, 23 de noviembre de 2015

Orán ya no te quiere, en Revista Calibre .38

La Revista Calibre .38 es una de las más relevantes en el mundo del género negro. El pasado jueves 19 de noviembre Ricardo Bosque publicó esta reseña sobre Orán ya no te quiere, con el telón de fondo de los atentados de París.



"Orán ya no te quiere", de Carlos Erice Azanza, por Ricardo Bosque

Ricardo Bosque
Comienzo a redactar esta reseña apenas cuarenta y ocho horas después de los terribles atentados cometidos en París por unos descerebrados integristas en nombre de un tal Alá que, como cualquier otro dios y por lo que a mí respecta, ni está ni se le espera. Atentados cometidos por unos tiranos -barbudos en este caso como los ha habido perfectamente rasurados en otros momentos de la Historia- que, como caracteriza a todos ellos, no soportan que la gente sea libre, que baile, que beba o que ría a mandibula batiente: lo suyo es el terror sin más, la opresión, el miedo, odian la vida como Hitler odiaba que los berlineses se divirtieran hasta el amanecer o como Franco prefería las mantillas negras a los festejos no religiosos o directamente carnavalescos.

Arranca Orán ya no te quiere en Argelia, en 1962 -aunque la historia que aquí nos interesa bien pudiera comenzar en 1830, en el inicio de la colonización francesa-, con una impactante imagen que será -más adelante lo sabremos aunque de momento lo intuyamos- el detonante de lo que está por suceder en la Pamplona más actual, en el entorno familiar de Leire, una veinteañera que sobrevive sirviendo desayunos y copas en un bar y aprovecha sus ratos libres para visitar a su abuelo Peio en la residencia de ancianos en la que vive desde hace algún tiempo. La única de la familia que le visita, por cierto.

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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Orán ya no te quiere, en Pateando el mundo

Jesús Lens, en Pateando el mundo, uno de los blogs del diario Ideal, comenta Orán ya no te quiere. Y me deja más contento que unas pascuas.

Orán ya no te quiere


Las calles de nuestras ciudades albergan historias que corren el riesgo de perderse entre los brillos de los neones, las paredes blanqueadas, los botellones y las tiendas de chinos que todo lo invaden. Historias, sin embargo, que es necesario rescatar del olvido, aunque ello suponga enfrentarnos a verdades incómodas que duelen, escuecen, pican y amargan.
 
Orán ya no te quiere
 
Vivimos en un siglo XXI que comenzó en 2001, en la Zona Cero de Nueva York y tendemos a pensar que nada de lo que ocurrió antes nos afecta. Pero no es así. De hecho, el propio 2001 hunde sus raíces en episodios históricos que vienen de los años 80. Y lo que pasó en los 80 está muy relacionado con lo que pasó en los 60. Etcétera.

Por eso, una novela como “Orán ya no te quiere”, protagonizada por Leire, una veinteañera de hoy en día que vive y trabaja en Pamplona, comienza realmente en África, hace más de cincuenta años.
 
Y por eso, aunque hoy vemos los Sanfermines retransmitidos vía satélite, en slow motion y con todo lujo de detalles, resultan más impactantes los que se celebraron en julio de 1936, unos días antes de que todo estallara por los aires.
 
 
 

miércoles, 28 de octubre de 2015

Presentación de Orán ya no te quiere

El próximo 11 de noviembre, miércoles, a las 18:30, en la librería Elkar de la calle Comedias, celebraremos la puesta de largo oficial de Orán ya no te quiere, mi nueva novela.

Estrenamos editorial, Traspiés, que inaugura conmigo su colección Criminal, y tendré (tendréis) la suerte de que me acompañen Carlos Bassas y Alejandro Pedregosa. Como de costumbre, no creo que digamos nada de fundamento, pero sin duda pasaremos un rato divertido.



A comienzos de 1961, la OAS, la Organización del Ejército Secreto, que se opone a la independencia de la Argelia francesa, desata una campaña de atentados terroristas.

Cincuenta años más tarde, un joven de origen argelino viaja a Pamplona con la esperanza de localizar a un antiguo militante nacionalista vasco, refugiado en Orán entre 1939 y 1962. 

Durante su búsqueda, el misterioso joven trabará amistad con la nieta del viejo exiliado; profundizará en el pasado de su ciudad natal y en el de su propia familia; conocerá de primera mano la situación de los inmigrantes magrebíes en la Europa actual y se sumergirá en la apasionante peripecia vital de un veterano de tres guerras, desde el alzamiento del general Mola en el final de los Sanfermines del 36 a la matanza de Orán de julio de 1962, pasando por la batalla del Ebro, los campos de concentración para republicanos españoles en el África francesa o la entrada triunfal de la división Leclerc, en París, en 1944.


Orán ya no te quiere retrata la vida de los pieds noirs levantinos en la Argelia de los años 40, 50 y 60 y narra el sufrimiento de la población civil, europea o musulmana, durante la guerra colonial. Y es, también, la crónica de unas migraciones de ida y vuelta, las de entonces y las de ahora, entre ambas orillas del Mediterráneo.


martes, 12 de mayo de 2015

Presentación de La granja de Perla

Este próximo jueves 28 de mayo de 2015, a las 18.30, en Elkar Comedias, podréis asistir a mi segundo parto (o parida) novelera, La granja de Perla, un espectacular thriller bélico, histórico y étnico.


En el otoño de 1973, poco antes de la Revolución de los Claveles, Portugal vive los últimos meses del régimen dictatorial salazarista. Mientras tanto, en sus provincias africanas se libra una cruel guerra colonial.

Tras el asesinato de tres misioneros salesianos, una joven e idealista reportera de Radio Nacional de España —comprometida con el antifranquismo— investigará los hechos y conocerá el amor y la guerra a orillas del Océano Índico. Al mismo tiempo, Perla, una granjera blanca, asistirá atónita al desplome del viejo estilo de vida colonial labrado por tres generaciones de su familia.

Guerrilleros africanos, jóvenes soldados de reemplazo, nativos discriminados y colonos europeos componen el marco humano donde confluyen el final de un imperio y cinco de los grandes ismos de la segunda mitad del siglo XX: colonialismo, nacionalismo, racismo, comunismo y machismo.



Próximamente, en Editorial Ledoria.

 

lunes, 6 de octubre de 2014

La fragilidad del neón, de Juan Laborda Barceló

Son varias las novelas ambientadas en la Argelia francesa y su guerra de independencia que, en los últimos tiempos, han llamado mi atención, desde Lo que el día debe a la noche y Los ángeles mueren por sus heridas de Yasmina Khadra hasta Asesinatos archivados, de Didier Daeninckx pasando por El arte francés de la guerra de Alexis Jenni, Hombres, de Laurent Mauvignier o Donde dejé mi alma, de Jérôme Ferrari.

Así que, en cuanto conocí el argumento de La fragilidad del neón, supe que me iba a interesar.

Linda Darnell
Y no me equivocaba.

Ramón Sandoval, un español exiliado en el París de 1961, es contratado por la actriz norteamericana Linda Darnell durante su visita a la capital francesa.

El siniestro Maurice Papon encarga a este antiguo comunista la protección de la estrella de Hollywood, ante un eventual atentado por parte de nacionalistas argelinos. Por su parte, Manuel, hermano de Ramón, combate en las filas del FLN al ejército colonial francés.

A través de esta trama, salpicada de innumerables referencias cinematográficas, históricas y artísticas, Juan Laborda construye un thriller que describe los años convulsos de la guerra de Argelia, el enfrentamiento a tres bandas entre De Gaulle, la OAS y el FLN y el sabor a derrota que acompañó durante décadas a los republicanos españoles exiliados en Francia.

Es esta una novela amarga, dura y vibrante, que mantiene el interés hasta alcanzar su culminación con la masacre de París, y que atrapa a cualquiera que comparta mi pasión por el final de la presencia colonial europea en África.

Ojalá que La fragilidad del neón alcance el éxito y la repercusión que merece.




 

martes, 18 de febrero de 2014

Asesinatos archivados, de Didier Daeninckx

El 17 de octubre de 1961, mientras en Argelia se libraban los combates más violentos de su guerra de independencia, una manifestación de argelinos de París, que protestaban por el toque de queda al que se veían sometidos, acabó en masacre.

Esa misma noche, en el fragor de la represión de los gendarmes, un profesor francés de Historia es asesinado. Veinte años después, su hijo, también.

En este marco histórico, Didier Daeninckx construye Asesinatos archivados (ed. Akal), una novela negra colosal que navega entre el thriller político y la intriga policíaca.

Siempre había pensado que los franceses habían tardado demasiados años (casi cincuenta) en sacudirse los fantasmas que rodean la descolonización de Argelia. Tenemos buenos ejemplos en la actualidad, Hombres, de Laurent Mauvignier, o Donde dejé mi alma, de Jérôme Ferrari.

Pero no, con esta novela me he llevado la sorpresa de que el señor Daeninckx ya lo hizo en 1983.

Con un ritmo perfectamente medido y todos los ingredientes del género (inspector de provincias, intereses gubernamentales ocultos, un poco de amor imposible), Asesinatos archivados nos lleva también al otro gran tabú que pesa sobre la conciencia francesa, la colaboración con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde luego, esta novela me ha chiflado, no solo porque toque palos de la Historia del siglo XX que siempre me han interesado, sino por la forma con la que el autor supo construir la trama.

Y en menos de 200 páginas, que no hace falta un kilo de papel para armar buenas historias, coño.
 

sábado, 21 de diciembre de 2013

Yasmina Khadra

Bajo este seudónimo femenino, se esconde Mohammed Moulessehoul, el novelista argelino actual en lengua francesa más conocido a este lado del Mediterráneo.

Antiguo militar, su Trilogía de Argel, compuesta por las novelas MorituriDoble blanco y El otoño de las quimeras supuso su debut en el género negro. En dichas obras, Khadra expuso claramente sus opiniones sobre el conflicto que enfrentaba en los años 90 al gobierno argelino del Frente de Liberación Nacional (FLN), progresista y laicista, con el fundamentalismo religioso encarnado por el FIS (Frente Islámico de Salvación). Este hecho, unido a su preferencia por escribir en francés en vez de en árabe, le llevaron a abandonar el ejército e instalarse en Aix-en-Provence.

Pero, sin duda, la novela que le lanzó al estrellato fue Lo que el día debe a la noche, que recreaba el Orán cosmopolita de la época colonial, en la que convivían, no siempre, pieds noirs (de origen francés, español, italiano o maltés) con árabes, bereberes y judíos.

En este 2013 se ha estrenado la versión cinematográfica, de la que os dejo el tráiler:


Los conflictos entre comunidades y la discriminación racial son el marco en el que se desarrolla esta novela que navega entre lo histórico y lo costumbrista, lo romántico y lo social, ambientada en la ciudad que vio nacer a otro novelista argelino francófono, Albert Camus, desde los años 30 hasta la independencia de Argelia en 1962.

Recientemente se ha publicado en español Los ángeles mueren por nuestras heridas, en la que, a través de la supuesta autobiografía de Turambo, un boxeador musulmán, Yasmina Khadra regresa a ese Orán colonial previo a la Segunda Guerra Mundial.



Su forma de narrar, exquisita y cercana al mismo tiempo, constituye la clave de su éxito.

No lo perdáis de vista.

viernes, 24 de mayo de 2013

Literatura colonial portuguesa (V)

Cuando faltan pocos meses para que se conmemoren los 40 años de la Revolución de los Claveles, que puso fin a trece años de guerra colonial, en Portugal se preparan para una nueva avalancha de novelas ambientadas en las selvas y matas de Angola, Guinea y Mozambique.

Una de las primeras en ser publicadas, apenas diez años después del final del conflicto, fue esta Autopsia de un mar de ruinas. Su autor, João de Melo, destinado en Calambata (norte de Angola) a comienzos de los años 70, fue, como Lobo Antunes, miembro de los servicios médicos del ejército portugués. Lo que allí vio, lo que allí sufrió, ha marcado su obra literaria.
 
La estructura de esta novela alterna dos voces opuestas, la de los soldados portugueses, en los capítulos impares, y la de los nativos africanos, en los pares.

Así, de una parte, compartimos las experiencias bélicas, tan próximas a la locura, de aquellos jóvenes reclutas obligados a cumplir el servicio militar a miles de kilómetros de sus hogares. A través de esas páginas, podemos vivir sus momentos de pánico en combate, la crueldad con la que trataron a los africanos y el desprecio del que fueron objeto por parte de los colonos blancos.

El punto de vista nativo, en cambio, ofrece la miseria de un sistema social racista, colonial, con familias enteras desplazadas de sus lugares de origen y confinadas en sanzalas, aldeas artificiales en las que la policía y el ejército portugués pretendían controlar a la población civil y evitar su contacto con los movimientos guerrilleros independentistas. El gran mérito literario de João de Melo lo encontramos precisamente en estos capítulos, en los que los nativos se expresan desordenadamente en el idioma de los colonizadores (cabe destacar, en este punto, la extraordinaria traducción de Rebeca Hernández, asesorada por el propio Melo). Así, conoceremos su pobreza inmensa, el maltrato que sufren, los abusos de todo tipo, y casi siempre bajo un prisma femenino, en una nueva muestra de que las mujeres son las grandes víctimas de cualquier guerra.

Autopsia de un mar de ruinas es, pues, otro gran relato, descarnado, de aquellos años oscuros de la historia africana y portuguesa, pero es también, y sobre todo, un brillante ejercicio literario donde el agua y la sangre todo lo salpican.

 

domingo, 10 de marzo de 2013

Literatura colonial portuguesa (IV)

Sin ser estrictamente una novela de ambiente colonial, la guerra que libró Portugal en África hasta mediados de los años setenta revolotea por todas las esquinas de Tu rostro será el último.

Su autor, João Ricardo Pedro, un ingeniero en paro que ganó con esta novela el premio Leya en 2011, arranca la narración cierto 25 de abril de 1974. Ambientada al inicio en una aldea con nombre de mamífero, desgrana la historia de una familia, los Mendes, marcada por el final de la dictadura salazarista, el shock que supuso para nuestros vecinos de península la guerra de Ultramar y la transformación que sufrió Portugal con la Revolución de los Claveles.

Es, desde luego, una novela de iniciación, de crecimiento y de madurez. Aunque, supongo, el retrato de la familia Mendes sea una excusa formidable para acercarnos a la historia reciente de Portugal, a los oscuros años de dictadura y represión, a la guerra en las selvas de Angola que enloqueció a tantos soldados portugueses, a unas gotitas de saudade por Lourenço Marques (hoy Maputo, la capital del entonces Mozambique portugués, la perla de su imperio colonial), y al regreso masivo de los cientos de miles de colonos expulsados de África, los retornados, empobrecidos y señalados por sus compatriotas metropolitanos, que les culpaban de la muerte de tantos soldados en una guerra que pretendía defender sus privilegios. 

Ricardo se apoya en una prosa aparentemente sencilla, pero poéticamente trabajada, para describir todos esos traumas lusos a través de los ojos y las manos de Duarte, nuestro Duarte, el hijo de la familia Mendes, pianista y futbolista frustrado, y admirador, a partes iguales, de Agostinho, Jordão, Van Basten y Johann Sebastian Bach.

Se supone que es su debut literario. Un debut deslumbrante y condensado en poco más de 200 páginas, algo impensable en el panorama editorial español, que jamás premiaría a un novel ni a un libro que pesara menos de un kilo.

País.
 

martes, 26 de febrero de 2013

Música revolucionaria

Hace unos días, un grupo de ciudadanos portugueses, perteneciente al grupo Que le den a la troika, interrumpió el discurso de su primer ministro Pedro Passos Coelho en el parlamento, entonando la canción Grândola Vila Morena, himno de la Revolución de los Claveles. Hay que reconocerle al señor Passos el respeto con el que escuchó la protesta. En parlamentos más cercanos habrían sacado a esas personas a limpia hostia.


El caso es que se cree que esta canción del cantautor luso Zeca Afonso, emitida en la medianoche de aquel 25 de abril de 1974 por Radio Renascença, fue la señal convenida para que el Movimiento de las Fuerzas Armadas, conocidos como los capitanes de abril, diera el golpe de estado que acabó con el régimen salazarista y la guerra colonial y abriese las puertas de la democracia, por fin, a un Portugal sometido a más de cuarenta años de dictadura.

Esta creencia no es del todo exacta.

Faltaban cinco minutos para la medianoche cuando la emisora lisboeta emitió este Depois do Adeus, interpretada por Paulo Carvalho, y que había representado a Portugal, unas semanas antes, en el Festival de Eurovisión celebrado en Brighton y que ganó el grupo sueco Abba con Waterloo.


Esta canción puso en alerta a los oficiales del ejército portugués que, veinticinco minutos más tarde, cuando sonó el Grândola Vila Morena, pusieron en marcha el golpe que en pocas horas se extendió por todo el país y sus colonias africanas y asiáticas.

 

domingo, 11 de noviembre de 2012

Aniversario de la independencia de Angola

El 11 de noviembre de 1975 fue proclamada la independencia de Angola. Tras cuatro siglos de presencia portuguesa, la joya del imperio colonial europeo más longevo alcanzaba su emancipación.

Pero ello no implicó el final de la guerra ni el nacimiento de un nuevo estado. A la huida de más de medio millón de africanos de origen portugués se unió el estallido de una guerra civil entre los tres grupos de liberación nacional, el FNLA, el MPLA y UNITA (con sus respectivos líderes, Holden Roberto, Agostinho Neto y Jonas Savimbi al frente), que habría de prolongarse durante otros veinticinco años. Ambas guerras, la colonial y la civil, terminaron por destruir una de las naciones más ricas del continente, como supo contarnos de forma magistral António Lobo Antunes en su novela Esplendor de Portugal.


Hoy en día, alcanzada la paz, Angola es uno de los motores de desarrollo económico en el África subsahariana. De hecho, se ha convertido de nuevo en la tierra prometida para miles de portugueses que abandonan su país debido a la crisis económica que azota Europa.

El periodista polaco Ryszard Kapuscinski escribió un libro maravilloso, Un día más con vida, que arranca con el angustioso éxodo de los colonos portugueses, los retornados, que dejaron atrás sus vidas africanas en aquellos meses de 1975 y describe el enfrentamiento entre los tres grupos antes citados. El MPLA fue apoyado por tropas cubanas y UNITA por el ejército sudafricano, en un nuevo escenario de la guerra fría que protagonizaron la URSS y Estados Unidos durante la segunda parte del siglo XX.



El realizador navarro Raúl de la Fuente está preparando una peli, la mar de prometedora, con guion de Carlos Bassas, basándose en el relato de Kapuscinski. En ella va a mezclar imagénes reales con técnicas de animación.

 

lunes, 9 de abril de 2012

Rhodesianos en Malasia

Esto de internet y las redes sociales tiene su gracia. Así, cuando uno consulta la lista de personas que afirman que la página de Beautiful Rhodesia en Facebook les gusta, no deja de sorprender que ahí figuren unas cuantas personas de origen malayo.

Servidor, que a priori podría verse intrigado por el dato, es muy listico e intuye una razón, que no tiene por qué ser la real (hay quien opinará que simplemente les gusta la portada del libro o que el autor les parece escandalosamente guapo).

A principios de la década de los 50, la península de Malaca y el norte de la isla de Borneo eran colonia británica y se produjo un alzamiento comunista contra la presencia inglesa en el país. Rhodesia, fiel todavía a Su Majestad, envió tropas para reprimir lo que entonces se conoció como Emergencia malaya.

Miembros del Escuadrón C - Rhodesian SAS. Malasia 1951-53

Con la colaboración de fuerzas británicas, del resto de la Commonwealth y de malayos anticomunistas, la insurrección fue sofocada. Finalmente, Malasia obtuvo la independencia en 1957.

La experiencia de guerra en la jungla adquirida por las tropas del Rhodesian Special Air Service fue aplicada, años más tarde, en la Bush War, la guerra civil que enfrentó a la población blanca y negra en Rhodesia/Zimbabwe hasta 1979.

Pero ésa es, ya, otra historia.

miércoles, 4 de enero de 2012

Literatura colonial portuguesa (III)

António Lobo Antunes puede que sea el autor portugués que con mayor crudeza ha hablado sobre la guerra colonial, sobre la guerra de Ultramar como la conocían nuestros vecinos o las guerras de independencia desde el punto de vista de guineanos, angoleños y mozambiqueños.

Nacido en 1942, en Lisboa, y licenciado en medicina, cumplió su servicio militar en Angola donde fue testigo de las mayores barbaridades, que han dejado una huella profunda en su forma de entender la vida y la literatura.

Su estilo es complejo, monumental, muy trabado y trabajado, y su literatura le ha convertido, desde hace años, en candidato al Nobel.

Hace algo menos de un año que leí su Esplendor de Portugal, título que toma del primer verso del himno nacional luso. Narra las desventuras de una familia de retornados, de colonos portugueses en Angola que se ven obligados a regresar a la península cuando este país alcanza la independencia en 1975. Una península, un Portugal, que no es, desde luego, su país, como demuestra la madre de la familia que prefiere quedarse en África expuesta a los saqueos, a la guerra civil y al afán de revancha de los guerrilleros negros.

Como en un puzzle deslavazado y agobiante, sus capítulos son monólogos de prácticamente frase única, sin apenas puntos, piezas que el lector debe recomponer para entender el desarraigo de aquellos africanos blancos que recuerdan con nostalgia la riqueza de sus haciendas, sus privilegios, su dominio sobre la mayoritaria población negra y sus propias miserias y fantasmas familiares.

El racismo, el colonialismo y el desarraigo son tres temas que me apasionan.

Y su combinación magistral en manos de Lobo Antunes deja con la boca abierta.

Al menos a mí.

Imagen tomada de El País, cuando Lobo anunció, en 2007, que sufría cáncer

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Goa, Damão y Diu

En este mes de diciembre se han cumplido cincuenta años de la invasión de Goa que, junto a los enclaves de  Damão y Diu, constituían la India Portuguesa.

A finales de 1961, Nehru ordenó la conquista del territorio ante la negativa de Salazar de cederlo pacíficamente, un Salazar que se mantenía firme en su viejo sueño imperial de un Portugal tricontinental, desde el Miño hasta Timor, bañado por los océanos Atlántico, Índico y Pacífico.

La aplastante superioridad militar de la Unión India acabó con más de cuatro siglos de presencia portuguesa en la zona. La evacuación de civiles lusos se produjo por mar y aire bajo los bombardeos de las fuerzas armadas indias.

Vassalo negociando la rendición ante oficiales indios
La denominada Operación Vijay se saldó con la muerte de un centenar de soldados indios y portugueses y concluyó con la rendición del general Vassalo e Silva, 128º gobernador de la India, que desobedeció la ignominiosa orden de Salazar que solo esperaba soldados y marineros portugueses muertos o victoriosos.

El retorno a la metrópoli, varios meses después, de Vassalo y sus más de tres mil hombres derrotados, se encontró con el desprecio, la incomprensión y la consideración de traidores por parte de su gobierno y sus compatriotas.

Prisioneros portugueses en un campo de concentración en Goa


El otro día me encontré en un diario navarro, en la sección que recuerda los hechos sucedidos cincuenta años atrás, la petición de la Diputación Foral de Navarra de que regresara a nuestra tierra el cuerpo de San Francisco Javier, que reposa en la catedral de Goa.

Ahora que tengo a un par de amiguetes por allí cerca, curándose y jugando a pelota, aprovecho para desearles un 2012 estupendo.

Catedral de Santa Catarina en Goa

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Literatura colonial portuguesa (II)

La costa de los murmullos es la cuarta novela, segunda traducida al español, de Lídia Jorge, autora nacida en el Algarve y que fue, durante años, profesora de literatura en las provincias de Angola y Mozambique.

La costa de los murmullos constituye un relato sobre la guerra colonial en Mozambique desde el punto de vista de las familias de los oficiales portugueses desplazados a aquel conflicto. Como he comentado otras veces, estamos muy acostumbrados a ver cómo los americanos volvían tarumbas perdidos del Vietnam, pero sabemos muy poco sobre cómo volvían los portugueses de África, hace poco más de treinta años. Me viene a la mente una entrevista a Lobo Antunes, en la que contaba cómo había visto jugar a fútbol a muchachos portugueses en Angola mientras hacían allí la mili. Los balones eran cabezas de prisioneros africanos.

Atrocidades como éstas también aparecen en la novela, que narra crudamente cuánto afectaron a los soldados lusos y a sus relaciones con sus familias y la población nativa.

Hace ya tiempo que la leí, pero dos imágenes me siguen viniendo a la cabeza al recordar este libro: las nubes de langostas y las muertes en los guetos africanos por culpa del alcohol adulterado, a orillas de aquel idílico Índico colonial. Todo ello como símbolo del contraste entre la cruel realidad que vive Eva Lopo, la protagonista, y la versión oficial del gobierno portugués.

Aquí os dejo el trailer de la película, de Margarida Cardoso.

martes, 22 de noviembre de 2011

Literatura colonial portuguesa (I)

No sé muy bien por qué, pero la verdad es que siempre me ha gustado la literatura de ambiente colonial, tal vez influido por pelis o series británicas como La Joya de la Corona o Pasaje a la India, basadas en las respectivas novelas de Paul Scott y E. M. Foster. En esta misma línea, y aun no siendo británica, podríamos encuadrar a Isak Dinesen, sus Memorias de África y su Redford/Finch Hatton sobrevolando las colinas de Ngong.

Por desgracia, no se trata de un género demasiado tratado en la literatura española. Apenas hay obras ambientadas en, por ejemplo, las guerras de independencia latinoamericanas de principios del siglo XIX (me viene a la cabeza Sueños de libertador, del navarro Fermín Goñi) o en el Desastre del 98. Y menos aún sobre la presencia española en Guinea, Ifni, Sahara o Marruecos, más allá del deslumbrante éxito de María Dueñas con El tiempo entre costuras.

Buscando, pues, nombres que me resultaran más familiares que los Smiths, Johnsons y similares, decidí investigar en la literatura colonial portuguesa, sin duda más cercana en lo cultural y en el tiempo.

Portugal libró, entre 1961 y 1974, una cruenta guerra colonial en Guinea, Angola y Mozambique. Este conflicto ha marcado a toda una generación de portugueses y, obviamente, se refleja en su literatura. Más de 10.000 soldados portugueses perdieron la vida en esas guerras, una cifra comparativamente mucho más elevada que la de americanos que murieron en Vietnam, y mira que dan la turrada los yankis con esa guerra. Y no hay que olvidar que casi el 10% de la actual población portuguesa nació o vivió en esos países.

La primera novela portuguesa que leí sobre el tema se titula El árbol de las palabras, de Teolinda Gersao. Pese a nacer en Coimbra, pasó buena parte de su juventud en Lourenço Marques, hoy Maputo, la capital de Mozambique. Su novela refleja el cruce de razas y culturas que vivía aquella ciudad en los años 60 y 70. Y, también, cómo no, la discriminación de los nativos y la guerra en el campo. Pero es, sobre todo, una obra sobre la infancia y la adolescencia, sobre las relaciones familiares e, incluso, sobre el feminismo.

Para hacernos una idea de cómo era la vida en lo que los portugueses llamaban la Perla del Índico, la Ciudad de las Acacias, os dejo este vídeo. Otro día seguiremos hablando sobre más novelas lusas ambientadas en la época.