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jueves, 6 de febrero de 2014

Zimbabwe en los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014

Dicen que en Zimbabwe no ha nevado desde hace más de cincuenta años. Pero este hecho no impide que, por primera vez en la historia olímpica, este país del sur de África participe en unos juegos de invierno.

Y va a ser de la mano o, mejor dicho, de los esquís de un jovencito de 20 años, Luke Steyn, nacido en Harare y que, como tantos otros deportistas blancos de Zimbabwe, vive a caballo entre Europa y Estados Unidos, donde estudia.


Foto AP - Sports Illustrated

Dice que tiene ganas de dar una alegría a su país.

Zimbabwe está detrás de él.

Ojalá tenga suerte.

Kirsty Coventry y la selección femenina de hockey sobre hierba le precedieron.

 

jueves, 14 de marzo de 2013

Papa negro

Papa negro, así se ha conocido siempre coloquialmente al General de la Compañía de Jesús, el líder de la orden de los jesuitas. Se ha pretendido de esta forma ironizar con la idea de que los jesuitas constituían una especie de contrapoder en el seno de la Iglesia Católica.

Pues bien, con la elección anoche de Jorge Mario Bergoglio Francisco a partir de ahora en el cónclave de Roma, habrá que jugar con el concepto, con la existencia de un papa negro y un papa blanco o, incluso, con un papa gris. De todas formas, dejaremos el juego para aquellos que intentan desentrañar los misterios vaticanos.

Hoy me acordado de unos cuantos jesuitas, como Josefus o Germán, que los tenía un poco olvidados, y que, estén donde estén, se sentirán felices.

De lo que nunca me olvidaré es de sus lágrimas cuando mataron a Ellacuría.

Jesuitas y sus asistentes asesinados en la UCA de El Salvador (1989)


 

domingo, 14 de octubre de 2012

Últimas compras en la Feria

Esta noche, a última hora, los libreros empaquetarán y mañana una cuadrilla de operarios andará desmontando las casetas.

Así acabarán dos semanas largas de búsqueda de chollos, en forma de precios asequibles y ediciones descatalogadas, que ayudan a montarte en casa una biblioteca de lo más apañada.

A las compras de la semana pasada, uno ya, pues, las de la que está terminando.

  1. Desgracia, del premio Nobel sudafricano J.M. Coetzee.
  2. Preciso como un reloj, novela sobre la trata de mujeres en Ciudad del Cabo, de la sudafricana Margie Orford, discípula del anterior.
  3. Dos clásicos de Joseph Conrad, prologados por Jorge Luis Borges, En el corazón de las tinieblas y La soga al cuello.
  4. El décimo hombre y El cónsul honorario, del maestro Graham Greene.
  5. Un imprescindible que me faltaba, Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez.
  6. Un mes con Montalbano, una colección de relatos protagonizada por nuestro comisario italiano favorito, de Andrea Camilleri.
  7. Volverás a Región, la primera novela de Juan Benet.
  8. Las tinieblas de tu memoria negra, del ecuatoguineano Donato Ndongo (tengo que preguntarle a Eduardo Laporte si llegó a entrevistarle).
  9. El Aleph, colección de relatos de un tal Jorge Luis Borges.
  10. El día del Escorpión, segunda parte de El Cuarteto del Raj, que Paul Scott inició con La Joya de la Corona, imprescindible para los apasionados de la India colonial.
  11. No podía faltar algo de John Le Carré, El espía que surgió del frío.
  12. El jinete polaco, de Antonio Muñoz Molina.
  13. Para ir completando mi biblioteca de literatura navarra, La gran ilusión, con la que Miguel Sánchez-Ostiz ganó el Herralde de 1989
  14. Como nunca había leído nada de Truman Capote, me autobautizo a lo grande, con A sangre fría.
  15. Y para terminar, novela negra con denonimación de origen, catalana, con Códex 10 de Eduard Pascal; turca, con Un cadáver junto al Bósforo, de Celil Oker; y escocesa, con Campo de sangre, de Denise Mina.
Un año más, muchas gracias a todos los libreros y libreras, que se han pegado tantas horas en la Plaza del Castillo, por darme la oportunidad de conocer todos estos libros y llenar mis estanterías de sueños e imaginación.
 

sábado, 24 de marzo de 2012

Tangerko ametsak - Sueños de Tánger

Jon Arretxe es de Basauri y vive en Arbizu. Licenciado en Educación Física, toca el piano, estudia Filología Inglesa, canta ópera, da conferencias, viaja y escribe.

Y, como a otro autor de aquí al que conozco muy bien, le apasiona África. Hasta allá nos lleva en su Tangerko ametsak, traducida al castellano por Cristina Fernández y publicada por Erein.

Como ese otro autor que he citado antes, en Sueños de Tánger combina la trama negra con una apuesta decidida por una literatura de la marginación y la discriminación. Ah, qué feliz me hizo Patxi Irurzun cuando dijo que yo había inaugurado un nuevo género, el etnothriller, pero no, no, el inventor es Jon.

Esta novela alterna la acción entre Bamako y Tánger, y dibuja personajes soberbios, como Mohammed, ese español, musulmán y sicario, que deja perder su mirada al otro lado del Estrecho, en las costas de Tarifa, entre trabajito y trabajito.
 
Por otra parte, nos muestra el funcionamiento de las mafias que se lucran con el tráfico de seres humanos con rumbo a este supuesto Eldorado europeo y nos sumerge en la desgracia de los africanos que cruzan su continente para acabar en Tánger, a la espera de una patera en la que hundir sus sueños y sus ahorros.

Y, como buena novela negra, es imposible encontrar el momento adecuado para detenerte y plantar tu marcapáginas.

Al loro, pues, con las novelas de Jon Arretxe.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Sueños de seductor

Me gustan las navidades. Entre otras cosas, porque me cojo vacaciones. Ya se sabe, levantarse sin despertador, desayunar sin prisa y pasear entre escaparates iluminados.

Esa mañana me meteré en una librería de las de cerca de mi casa. Querré buscarme algún autorregalo interesante y, de paso, cotillear sobre mi libro.

Me acercaré a la zona donde sé que descansará, entre tantas otras novedades y me pararé, como espía de Le Carré, a ver si alguien se detiene a ojearlo.

Entonces aparecerá ella, guapa, esbelta, pantalones ceñidos hasta lo imposible, botas con tacón de aguja y gorro ocultando una prometedora melena negra. Como quien no quiere la cosa, me pondré a su lado, su perfume me envolverá y sus dedos largos repasarán las portadas de las novelas.

Ése tiene buena pinta le diré señalando mi libro.

Lo tomará entre sus manos jóvenes y rematadas por uñas impecablemente esmaltadas en burdeos, le dará la vuelta para leer la sinopsis y, aparentemente interesada, lo abrirá y pasará varias páginas. Finalmente, se detendrá en las solapas y verá mi foto.

Bah, el tío es feo dirá sin mirarme.

Y lo dejará en su sitio.

martes, 8 de noviembre de 2011

Sueños de escaparate

Ayer fui a comer a casa de mis padres, en la calle Abejeras, y después me detuve un rato ante el escaparate de Istúriz, mi librería de toda la vida, en la que de crío me compraba mis mortadelos, donmikis y tintines. Y aparte de soñar en aquella época con ser como Iriguíbel, recuerdo que alguna vez también imaginé que un día mi nombre aparecería en ese escaparate, pegado a la portada de un libro.

Ahora que ese sueño está tan cerca de cumplirse me han venido esos recuerdos a la memoria. No es moco de pavo ir cumpliendo sueños, me dijo mi tío Patxi cuando gané el López Torrijos. Y falta poco más de un mes para que, en mi caso, ese anhelo infantil se haga realidad.

Creo que me he puesto un poco ñoño.

Debe de ser el patxaran.

Así que voy a ponerme otro.